Saturday, January 7, 2017

Breve crítica a la Hegemonía de la ideología


En estos tiempos tan convulsos y violentos en los que vivimos, con unas desigualdades cada día más pronunciadas. Es difícil encontrar puntos de unión entre individuos desde los que construir propuestas revolucionarias con las que afrontar el futuro más que incierto en el que, sin duda alguna, nos zambullimos.
Estas diferencias se ocultan y se justifican detrás de las ideologías, que no solo abarcan el ámbito económico, también la religión, las tendencias políticas y los sentimientos nacionalistas son claros ejemplos de como las sociedades, cada vez más, se disgregan y crean pequeños grupos ideológicos, los cuales, con más o menos acierto, describen e interpretan el mundo de una forma poco neutral, interesada y egocéntrica, fijándose o acrecentando las necesidades y problemas que su grupo de afinidad posee, excluyendo y negando de forma sistemática otros problemas de gran numero de personas. Creando, de este modo, fuertes lazos de pertenencia y amistad que disfrazan en su interior, por lo general, aversión y rechazo a los individuos de otros grupos contrarios. Generando a su vez enfrentamientos y odio entre colectivos.

Son tan fuertes y numerosos los enfrentamientos que hoy en día asistimos que poco lugar queda para la reflexión que no este relacionada con algún tipo de tendencia ideológica. Muy pocos son los pilares que quedan en pie, ante esta corriente sistémica del enfrentamiento ideológico, en los que agarrarnos. Y, de este modo, sin un vestigio de un principio ni una perspectiva de final nos dejamos llevar por este espiral de rechazo y violencia a los demás que, poco o nada tiene de natural y racional, si no, más bien es fruto del egoísmo y la estupidez. Y que de bien seguro es la causante de los males que hoy en día cubren la tierra.

Son momentos de pararnos a pensar, quitarnos las gafas de la ideología y ver los acontecimientos con perspectiva. Y es importante y primordial hacerlo cuanto antes. Por que los últimos años hemos visto como todas la promesas que los estados democráticos y capitalistas nos vendían se han pulverizaban lentamente ante un pueblo atónito que se pregunta como es posible todo este desorden y caos en el que de golpe nos vemos envueltos. Como es posible que esas bonitas palabras como igualdad, prosperidad, sostenibilidad y progreso se han ido cambiando por otras, no tan bonitas, como inmigración, austeridad, cambio climático y recesión, sin casi darnos cuenta.
Dejando de manifiesto y haciendo palpable que la situación ya no es sostenible. Que un cambio es necesario y urgente.

Después de que todos viéramos derrumbarse todas las instituciones sobre las que nuestras sociedades habían reposado durante años, como el declive de la moral de la iglesia católica, la destrucción de la integridad política a causa de la corrupción y en ultima instancia la crisis económica de 2007 que lo desencadenó todo. Un sentimiento de desorientación y desencanto se ha apodero de la sociedad.


Y es que, cuando los marcos ideológicos en los que una sociedad cree, en este caso, estamentos tan importantes como el estado, la economía o la iglesia católica se rompen o se deforman bruscamente, es de esperar, que las entrañas de la misma se revuelvan y un estremecedor sentimiento de orfandad y desamparo se apodere ella. Dividiendo cada vez más a las personas que la componen, que buscan en las derechas y las izquierdas, en los nacionalismos, en el capitalismo o el comunismo, en el racismo o el sexismo, en el islamismo o el cristianismo, nuevas identidades e ideologías. Es muy importante ser conscientes de esto, pues la sociedad está en un momento extremadamente frágil y maleable.
Es cuestión de tiempo que los regímenes fascistas vuelvan, con sus dogmas ideológicos y promesas, con lideres oportunistas, como ya ha ocurrido en Estados Unidos, con Donald Trump.
Es muy probable que este mismo años ocurra lo mismo en Europa si no formulamos propuestas de carácter humanitario y colectivista.

Así que si hay algo contra lo que debemos luchar hoy los que defendemos la libertad y la igualdad entre seres humanos es contra la “Hegemonía de las ideologías” y su herramienta de propagación, el estado.
No hay nada más nocivo y dañino para los hombres y mujeres libres que el dogmatismo y el sesgo de pensamiento del que la ideología nos imbuye sin darnos cuenta. Es imposible e inalcanzable la igualdad mientras entre nosotros se interponga esta pátina tan invisible y sutil como opresiva llamada ideología.







ISV 07/01/2017


3 comments:

  1. Quien escribe esto tiene una visión propia, y seguramente compartida, del mundo, de la vida. Y eso es tener una ideología.

    Ideología.: Conjunto de ideas que caracterizan a una persona, escuela, colectividad, movimiento cultural, religioso, político, etc

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    1. Amigo Loam. La critica que se hace aquí de las ideologías tiene en cuenta la parte de dogmatismo intrínseco que existe en ellas de forma inherente. Por definición si que es cierto que una ideologia es simplemente un conjunto de ideas, pero esto no es así en la realidad.
      Los conjuntos de ideas son construcciones individuales y libres interpretaciones de individuos de la realidad. En canvio las ideologias aparte de ser un conjunto de ideas, contienen, como bien he dicho antes un componente de autoridad y dogmatismo, por lo que no son inocuas y flexibles si no restrictivas y adoctrinantes.

      Espero haberte aclarado el concepto del articulo.

      Muchas gracias por tu comentario! Un abrazo

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    2. Pues sí, me ha quedado claro. Y tienes razón.

      Gracias por tu aclaración, y un abrazo.

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